Dolor y Arte

EL ARTE Y LA EXPERIENCIA DEL DOLOR


El arte es mucho más eficaz a la hora de comunicar la experiencia del dolor que las palabras. La experiencia del dolor va más allá de la presencia real del dolor físico y abarca la totalidad de nuestra vida. Esta experiencia puede ser tanto negativa como positiva.

 

La experiencia de dolor negativa puede incluir múltiples cirugías, tratamientos dolorosos, utilizando diferentes medicamentos que producen efectos secundarios desagradables, el fracaso de las relaciones, sentimientos de aislamiento y de estar atrapado, una mala autoimagen, depresión, insomnio, frustración al tratar de buscar tratamientos médicos de alta calidad, y las batallas con las compañías de seguros y abogados. Dado que el dolor crónico a menudo no se puede ver, a diferencia de un brazo roto, los médicos, colegas, amigos y familiares no les creen a las personas que experimentan el dolor. Esta falta de creencia es especialmente difícil para las personas que viven con dolor.

 

Aunque ninguna persona jamás se ofrecería de voluntaria para padecer de dolor crónico, la experiencia del dolor puede tener un impacto positivo sobre nuestra vida. “Lo que no mata, te hace más fuerte”, es un dicho que se podría aplicar. No es atípico que una persona con dolor crónico desarrolle una mayor fuerza interior, y que se vuelva más introspectiva, lo cual conduce a un mejor entendimiento de sí mismo. El dolor crónico puede cambiar el curso de nuestra vida y resultar en un camino más satisfactorio. No es inusual que las personas que padezcan de dolor empiecen la búsqueda de un camino espiritual, el cual puede mejorar en gran medida nuestra vida.


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